El nuevo orden mundial.
Desde que las Profecías Mayas
empezaron a cobrar interés por su cercanía cronológica, comencé a investigar su
veracidad y repercusión social.
Cuando estuve investigando y
recopilando la documentación para mi novela “2956. Profecía”, así como
“Iniciación a la Magia Ritual ”
y el ensayo “El poder de la
Metafísica y del Pensamiento Positivo”, ya me topé con
algunos vestigios sobre las Profecías Mayas. No obstante, por su lejanía
temporal decidí posponer los datos que indirectamente iban apareciendo, para
otro momento.
Después de haber publicado en
formato digital un breve detalle de la traducción de estas profecías y a la
vista de lo que en ellas se indica, así como de lo que en la actualidad nos
está aconteciendo, hora es ya de efectuar un pequeño análisis que nos dé un
indicio de lo que nos puede sobrevenir.
Una cosa está clara: Nadie es
capaz, con el conocimiento tanto científico como esotérico actual, de predecir
un hecho de tal magnitud con la precisión con la que se indica. Pero si unos
señores, matemáticos y físicos de hace miles de años, capaces de efectuar
cálculos cronológicos y astrológicos con
una perfecta exactitud, nos indican que el día 21 de diciembre del año 2012 es
el fin de una era, para mí es un hecho que me merece toda la atención.
Lo que más me preocupa es que ese
cambio ha empezado ha producirse ya. Es un cambio que avanza a un ritmo
acelerado y que me hace pensar que ese día vamos a asistir, no sólo al
alineamiento de los astros, ni a una mayor actividad de las erupciones solares,
sino que también vamos a asistir al nacimiento de un nuevo Orden Mundial, le
pese a quien le pese.
¿Por qué creo que se va a
producir ese fenómeno? La respuesta es bien sencilla. Si juntamos lo que se
indica en el Apocalipsis, lo que dicen las profecías Mayas, lo que ratificaron
los Incas, lo que se desprende de la Cábala Hebrea
y lo que se lee si colocamos por orden los 22 arcanos egipcios, los
cuales vienen a predecir después de haber efectuado su lectura e interpretación
tal y como los egipcios la diseñaron, (lógicamente apartando la degradación que
sufrió por los farsantes de lo paranormal) y cotejando sus datos, no tenemos
más remedio qué pensar, que estamos próximos a asistir al fin de una era, al
principio de un nuevo comienzo. Creo que con toda esa información, en la que
todos coinciden de una forma o de otra y separados por miles de kilómetros y de
años, no sólo puedo afirmar que vamos a asistir a un gran cambio, sino que ese
cambio a comenzado a gestarse ya.
Según las Profecías Mayas se van
a producir dos cambios: uno físico y otro psíquico. Es decir, la Tierra necesita
reestructurarse, cambiar. En pocas palabras, remodelar su forma. Es posible que
una nueva franja de tierra surja en el Atlántico, uniendo los dos continentes
(de hecho, algo está sucediendo en la
Isla del Hierro). Las erupciones solares y los elementos que
están por desencadenarse, lo más probable es que afecten a una selección
natural.
Y por otro lado, la avaricia del
ser humano ha llegado ya a su tope máximo. Se habla de crisis mundial, pero
esta crisis no es la falta de recursos, ni de dinero. Dinero y recursos hay, lo
que ocurre es que estos están en manos de unos pocos que dirigen y gobiernan de
forma oligárquica y opresora el destino de la Humanidad. Y el
pueblo oprimido (esa enorme gran mayoría que está sufriendo la avaricia de unos
pocos poderosos) ha comenzado a sublevarse. Paradójicamente se ha iniciado por
los más oprimidos (el pueblo musulmán), que es el que lleva años sufriendo la
mala interpretación del Corán por parte de unos pocos jerifaltes.
En todo el mundo están surgiendo
movimientos que reclaman un trato justo y un reparto más equitativo de las
riquezas. Y todo esto está llevando a un caos, porque de seguir así; el dinero,
los recursos, el poder, pasarán a manos de unos pocos como si de un simple
juego del Monopoly se tratase. ¿Y qué ocurre cuando un sólo jugador acapara
todo el dinero? Pues que la partida se termina. Fin del juego.
Y para que exista un nuevo
comienzo, el Mundo y la
Humanidad necesitan resetearse, y a menos que los que manejan
los hilos se den cuenta de su error (para lo cual aún no es demasiado tarde), la Humanidad se verá
arrastrada como un tronco a la deriva hacia una catarata.
Y así, de esta forma no se puede
continuar, pues el beneficio de la mayoría que debiera de ser superior al de la
minoría, está siendo aplastado por la avaricia humana.
Por lo tanto, y a tenor de lo
escrito hace miles de años por gente docta,
que coincidieron estando a miles de kilómetros de distancia y de tiempo,
es probable que irremediablemente asistamos al nacimiento de un nuevo Orden
Mundial.
La forma en la que se vaya a
producir sólo depende de los que actualmente mueven los hilos. Un cambio de
forma pacífica o un cambio de forma terriblemente dolorosa.
Lo que más me preocupa es la
profecía del Apocalipsis de la
Biblia , en la que sólo se salven los 144.000 ungidos.
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